El Jubilado No. 11
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, editada en algún lugar de la Delegación de Pensionados y
Jubilados del STAUS.
Número 11 - noviembre
de 2017
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¿Ya vio lo que pasó? ¿Ya supo? Quedó
claro en el reciente CGR que los miembros del STAUS no se dejan vaquerear tan
fácilmente y que son capaces de distinguir el grano de la paja. El hecho de que
haya fracasado la labor de inducción a ver como una “oportunidad” la firma del
convenio que a toda costa quiere imponer el ISSSTESON habla muy bien de la
tropa.
Se ha dicho claro que el convenio es
inviable tal como está, que tiene desventajas para el trabajador y la
Universidad, que es abusivo y gandalla, que tiene de trasfondo una perversa
manera de recuperar los fondos robados de Isssteson, pero lo que molesta a
cualquiera es la forma en que el Instituto lo ha querido imponer: suspender las
pensiones y jubilaciones, jugar con el tiempo y la desesperación de los
trabajadores con trámites pendientes, amenazas de suspensión de servicios y una
serie de mamadas que violan el Contrato de Servicios vigente.
Cabe suponer que la decisión de
rechazar el convenio por abusivo estará acompañada de las obvias y necesarias
medidas de protección contra cualquier intento de perjudicar, limitar o
condicionar la prestación de los servicios a que nos da derecho el Contrato con
ISSSTESON. Al “¡engarróteseme ahí!” que
le marcamos al ISSSTESON deben seguir otras medidas de índole práctico, como:
la organización de un equipo legal y de análisis de situaciones que permita
afrontar lo que venga; información permanente a las bases sobre las medidas que
se plantean para la defensa de nuestra seguridad social; preparación para la
lucha legal y política que garantice mejores condiciones de retiro y nivelación
pensionaria para todos los trabajadores actualmente jubilados y en vías de
jubilación. Asimismo, se debe emprender una campaña de información y
acercamiento con los otros organismos afiliados al ISSSTESON y acordar acciones
conjuntas de corto, mediano y largo plazo y, como demanda importante, la
exigencia de que el Estado se responsabilice de la recuperación de los fondos
robados y del apoyo irrestricto a la seguridad social.
Debemos entender que el decir NO al
nuevo convenio es sólo el inicio de una dura lucha por la seguridad social y
que todos estamos en un mismo barco: el STAUS, donde no debe permitirse
influencia alguna de charros, léperos, gandallas, uleros y mariquitas sin
calzones. Aquí sí cabe rescatar la frase de “¿tienes el valor o te vale?”.
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