El Jubilado No. 23
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, editada en algún lugar de la Delegación de
Pensionados y Jubilados del STAUS.
Número 23 - enero
de 2018
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¡¡¡NO
MAMENACES, NO MAMENACES!!!
El inefable señor director de
ISSSTESON, Enrique Claussen Iberri, a través del jefe de la unidad jurídica del
propio instituto, envió, con fecha 19 de diciembre, un ultimátum-amenaza al
rector de la Universidad, anunciándole la terminación del contrato vigente que
se tiene con el Instituto, poniendo como fecha límite para la firma de un nuevo convenio, haiga sido
como haiga sido (Calderón dixit), el 25 del presente mes de enero.
Tenemos meses y felices días donde la
constante ha sido recibir amenazas de suspensión de los servicios por parte del
ISSSTESON, se ha sufrido el tortuguismo en el trámite de las solicitudes de
pensión y jubilación y se han liberado a cuenta gotas, manejando mañosamente el
tiempo y la desesperación de los afectados como una medida de presión para
hacer que la Universidad firme un convenio abusivo y altamente cuestionable. Lo
cierto es que el ISSSTESON saca boleto directo a los tribunales si suspende
unilateralmente un contrato de prestación de servicios de seguridad social
legal, legítimo y vigente.
Nada ni nadie pueden obligar a la
Universidad a firmar un nuevo convenio que afecta directamente al sueldo de los
trabajadores y compromete recursos institucionales. Las amenazas son balas de
salva, engañabobos que pretenden ablandar la voluntad de los trabajadores y
violentar el estado de derecho. Si lo vemos de cerca, encontramos que Claussen
se quiere pasar de vivo al tratar de amedrentar a los universitarios con el
baboso expediente de la suspensión unilateral del contrato. En ese mismo
momento se hace acreedor de una lluvia de demandas por incumplimiento de
contrato y triste su calavera.
Aunque ya lo hemos dicho en otros
números de El Jubilado, los
trabajadores tienen todo el derecho de reclamar una pensión del 100 por ciento,
toda vez que las normas jurídicas no se pueden aplicar retroactivamente en
perjuicio de persona alguna según dice el artículo 14 constitucional, así que
las generaciones actuales de empleados de la Unison bien pueden emprender la
defensa legal de sus derechos contra el abuso del Instituto.
Para hablar claro, actualmente quien
tiene el sartén por el mango son los trabajadores afiliados al ISSSTESON, ya
que pueden y deben reivindicar derechos adquiridos y que son irrenunciables. Al
Instituto sólo le queda cumplir con lo que es su obligación.
Consideramos correctos los
pronunciamientos tanto del secretario general del STAUS como el del sindicato
hermano STEUS, que pusieron en claro que nos oponemos a un trato indigno y
abusivo por parte del ISSSTESON, que es, finalmente, nuestro acreedor, ya que
los fondos robados son de los trabajadores. El problema financiero lo debe
resolver el gobierno, en un plazo perentorio, y lo emplazamos a que cumpla con
sus obligaciones constitucionales. Los trabajadores unidos jamás serán vencidos.
¡Esfínter anal de cánido el que se fisure!
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