El Jubilado No. 24
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, editada en algún lugar de la Delegación de
Pensionados y Jubilados del STAUS.
Número 24 - enero
de 2018
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¿Pero a qué &%$$#”&%$
estamos jugando?
Desde luego que la broma no viene
sola, así que nos enteramos de que el generoso señor Claussen ofrece un espacio
de diálogo para que aflojen las posturas los afectados potenciales y le den
gracias al cielo por tener una oportunidad más para ser conciliadores y, de
manera pública, pacífica y continua, ceder derechos y aceptar un arreglo que
significa, ineludiblemente, un paso atrás en las conquistas laborales.
Nosotros confiamos en que los trucos
gastados de la nefasta administración del Instituto no surtan los efectos de aceptar
la cancelación de derechos adquiridos y que se entienda, de una vez por todas,
de que el jodido en este juego es Claussen y el ISSSTESON, ya que quienes
tienen el derecho y, por tanto, el sartén por el mango son justamente los trabajadores
derechohabientes organizados en riesgo de bajar el escudo legal que les protege.
Aquí se impone una visión de futuro y
decir ¡NO al nuevo convenio!, porque
la tarea que tenemos enfrente es justamente la de no perder lo ganado y
aprovechar la propia legalidad que se dice campea en Sonora para, unidos y
organizados, echar abajo una ley absurda y abusiva como la que fue manoseada y
pervertida durante el período de gobierno (sic) de Eduardo Bours Castelo. Impulsemos la reforma de la ley y hagamos
posible que el ISSSTESON recupere el sentido social que debe tener.
Mientras exista una ley de carácter recaudatorio, cualquier nuevo convenio tendrá
que ceñirse a sus premisas, lo cual evidentemente no debemos aceptar.
A ponerse las pilas y trabajar en el
plano legal y político para hacer posible lo necesario (Conasupo dixit).
Digamos (con Herbert Marcuse en la primavera del 68 parisino) “seamos
realistas, pidamos lo imposible”.
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