El Jubilado No. 47
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, editada por alguien con ánimo vacacional en
algún discreto lugar de la ninguneada aunque codiciada Delegación de
Pensionados y Jubilados del STAUS.
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En las arideces de la política
sonorense ha llovido torrencialmente de golpe y porrazo. La muy conservadora
ciudadanía tan amiga de guardar las formas y cargarse a lo políticamente
correcto, según el catecismo del PRI-AN ha sido rebasada por el pueblo que
somos debajo de la vestimenta burocrática, apática, conformista y cívicamente
huevona con que aparentamos estar de lado del status quo mientras nos mordemos
la dignidad y autoestima. Votamos por el cambio, ahora sí. Dejamos atrás la
inercia de votar por los mismos: si no es el PRI pues que sea el PAN, si no es
el PAN pues que sea el PRI, de manera que el círculo vicioso de nuestra
política aldeana y comodona en cada trienio o sexenio simplemente engordaba su
purulenta corporeidad y los valores de una ciudadanía activa y democrática se
quedaban en el discurso y los buenos deseos. Los opositores francos al sistema
eran pocos, desorganizados las más de las veces, vistos con desconfianza y
apaleados políticamente en la primera oportunidad. Pero, ahora tenemos que el
factor hartazgo, las evidencias empíricas de que el PRI-AN son lo mismo y la
legítima defensa de la propia integridad física y emocional han hecho el
milagro: votamos por AMLO, mandamos por un tubo la demagogia Prianista, nos
atrevimos a cruzar unas boletas electorales en un sentido distinto a la
subordinación y la inercia. El miedo fue vencido y, ya lo ve usted, ganamos.
Los orientales dicen que un largo camino se empieza con un solo paso… ¡pues ya
lo hemos dado!
El Jubilado celebra
el triunfo de la dignidad sobre la complicidad y por eso vemos que ese largo
camino que habremos de recorrer pasa por algunas estaciones antes de llegar a
la meta de una sociedad democrática y justa donde la honestidad se haga
costumbre.
Un primer tramo del camino debiera
ser el poner orden en nuestra propia casa y por fuerza pensamos en la necesidad
urgente de dar transparencia y legitimidad a los actos de nuestra organización
sindical. No basta decir que se hacen las cosas legalmente, sino que es
imperativo que así sea, que las decisiones de los órganos de dirección sindical
actúen con apego a las normas estatutarias, pero siempre animadas por la
justicia, antes que por la pura y simple obediencia a literalidad de las
normas.
Creemos que los aires de democracia electoral
y respeto a la voluntad popular que ahora soplan en todo el territorio nacional
deben tener su réplica en todos los ámbitos de la vida social y política de los
ciudadanos, de donde la naturaleza de los cambios deberá ir en consonancia con
el mensaje de esperanza, justicia y reconciliación que plantea el presidente de
la república electo. Dicho de otra manera, en la nueva república ya no será
posible la incongruencia de tolerar funcionarios públicos dedicados al tráfico
de influencias ni camarillas enquistadas en los órganos de dirección sindical
ni liderazgos corruptos en complicidad con autoridades venales. La
transformación nacional y local deberá ser preocupación de todos y logro de
todos.
Al respecto, la Delegación de
Pensionados y Jubilados ha sufrido actos de marginación y de grosera injerencia
en sus asuntos internos que no son explicables en un sindicato democrático y
que no deben de repetirse jamás, mismos que han sido denunciados en su
oportunidad en este mismo medio informativo. Sin embargo, es oportuno señalar
que nuestra lucha no está supeditada a los deseos, percepciones o caprichos de
nadie, sino que se orienta fundamentalmente por la defensa de los derechos
políticos, sociales y gremiales de los sindicalistas que la conforman, así como
los de cualquier trabajador que se encuentre en situación de retiro. En
consecuencia, consideramos prioritario el logro de las mejores condiciones
posibles de retiro laboral en lo concerniente a la calidad y oportunidad de los
servicios de salud y la justicia y equidad en los montos de las pensiones
jubilatorias.
Reiteramos que no daremos paso atrás
en el reclamo de la nivelación pensionaria, en la visibilidad del problema de
los pensionados y jubilados que son víctimas de la aplicación retroactiva de la
ley 38 reformada, en un acto arbitrario e ilegal por parte del ISSSTESON y que
ha sido ignorado cuando no tolerado inexplicablemente por la representación
sindical. La falta de apoyo de la organización nos ha llevado a emprender la
lucha legal por nuestros propios medios, ya que la solidaridad sindical ha
brillado por su ausencia en el largo camino jurídico que hemos tenido que
emprender. Les decimos, una vez más, que no abandonaremos la lucha porque
sabemos que nos asiste la razón legal y política, independientemente del vacío
que se ha creado en torno a nuestras demandas.
Seguiremos luchando por un sindicalismo con conciencia de clase,
democrático, justo, incluyente y solidario. La ola de valor cívico que inundó
Sonora en el proceso electoral nos hace ver los cambios como posibles, como el
augurio de una nueva conciencia que nos permita transformar a las
instituciones, y a darle un nuevo sentido y dirección a las organizaciones en
congruencia con el país y el estado que queremos. Que haya democracia, paz y
justicia para todos. Venceremos.
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