El Jubilado No. 55
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, publicada por un observador fantasmal en algún
lugar oscuro de la cadavérica Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
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Como sindicalistas, luchamos desde las
trincheras académicas por mejoras en salario, prestaciones y garantías que la
ley establece y que el patrón concede con aires de magnanimidad autoaplaudible
y fotogénica, que luego pasan a ser logros sindicales tras una intensa y
denodada lucha verbal donde el golpe de calcetín se combina con la saliva que
fluye en conferencias de prensa, arengas y consignas que se ensayan en asambleas
y reuniones y se ponen en escena en marchas y plantones. La fuerza de la
expresión verbal, escrita y mímica deja constancia de lo que pudo haber sido y
no fue en la revisión contractual y en la mesa de las negociaciones, en las reuniones
de emergencia y en las llamadas telefónicas donde la línea, el guion o la
consigna celebran su opacidad y secrecía.
En nuestro medio
morir es fácil, vivir es un reto cotidiano que transita por la apariencia, la simulación,
la mentira descarada y la sebosa connivencia entre representantes de
trabajadores y la más evasiva y torcida de las burocracias. Su buena
relación es un valor que debe conservarse hasta la ignominia de la traición y
el cachondeo más impúdico, de suerte que nos morimos en la raya… en la línea
fronteriza que separa la dignidad como costumbre y la corrupción como incentivo
de logros personales. En consecuencia, fallecemos, la palmamos, piramos, nos
vamos a calacas, le entramos de mineros a dos metros bajo tierra y nos
convertimos en muertos, occisos, cadáveres o difuntos, dependiendo del caso y
posición social. Levantamos altares con guirnaldas y flores de papel de china,
celebramos con mexicana alegría el triunfo del hueso sobre la carne, resucitamos el pasado, matamos el presente y añoramos el futuro como un fantasma que se sueña
en el confuso y difuso escenario de la vida, tan lejos, tan cerca, tan evasivo,
tan efímero … tan entrañablemente ajeno.
Dos de noviembre, la fecha en que los
muertos se pueden hacer vivos.
oooOOOooo
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