El Jubilado No. 78


Información picuda y activa contra mentalidades chatas y pasivas, publicada en decúbito supino en algún lugar periférico de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
-----

 
Marzo comparte la locura de su predecesor en el calendario y anticipa calideces así como expectativas primaverales en lejanas costas o serranías distantes, aunque también sombreados aburrimientos y excesos de cafeína domiciliarios. Lo cierto es que el pobresor universitario, como muchos de sus congéneres de otras instituciones, es ejemplo de austeridad republicana forzada no por la convicción política sino por la mezquindad presupuestal institucional. ¿Usted cree que el aumento salarial del 3.35 por ciento más el 1.8 en prestaciones es causal de jolgorio y furor consumista? ¿Nos tenemos que persuadir que los únicos que pueden darse lujos son el rector y sus más cercanos colaboradores, gracias a la holgura presupuestal que sólo a ellos favorece mientras que al resto de la humanidad universitaria se le condena en cada revisión a vivir entre estrecheces y frustraciones? ¿Seguiremos pastando mientras las plazas académicas se fugan a la administración? ¿Les reiremos la gracia a los burócratas perdularios que a cada reclamo contestan que no se acepta la propuesta sindical porque “la institución no cuenta con recursos para atender esta solicitud”, “es competencia de órganos colegiados”, “ya gestionamos 50 millones para lo del ISSSTESON” y ahí se la echan, “no se reconoce violación”, “estamos valorando la solicitud” “se va a realizar un diagnóstico”(STAUS al día, 1 de marzo de 2019) por no decirnos, de plano y por lo claro, que mejor vayamos a chiflar a nuestras madres?  

Por otra parte, se dice que ya se tienen autorizados 50 milloncitos para cumplirle el capricho al ISSSTESON, pero la administración no cuenta con documento oficial que lo confirme, salvo la jabonosa referencia al artículo 87 fracción I del presupuesto de egresos estatal en donde “se establecen 53 millones de pesos para las universidades del estado” (el subrayado es nuestro). ¿50 millones para empujar a la UNISON a la firma del convenio con ISSSTESON? ¿Tres millones son suficientes para el resto de las universidades? ¿En serio? Marzo nos pone tanto en ambiente cuaresmal como en conmemoración juarista, donde la fe compite con la razón por la voluntad de los universitarios. La fe, hasta ahora, se ha llevado la mejor parte.

Para documentar la afirmación anterior, baste recordar que en las revisiones anteriores el sindicalismo no ha tenido avances y, en términos relativos, ha observado retrocesos por los topes salariales, la negativa reiterada de la administración a propuestas importantes respecto a derechos, salario y prestaciones, la modificación unilateral del EPA, y el etcétera que usted seguramente recuerda. Sin embargo, la institución no ha suspendido actividades cuando muchos pensaron en la inminencia de la huelga por la defensa del Contrato Colectivo de Trabajo. Cabría añadir que las condiciones generales de trabajo se agravan cuando la seguridad social se condiciona y limita, de suerte que resulta imperativa la lucha por el derecho a la seguridad social, actualmente comprometido por el desfondo del ISSSTESON y las trapacerías recaudatorias de un convenio cuando menos cuestionable y al que los jubilados y pensionados universitarios nos oponemos.

Es inevitable preguntarse ¿por qué no se ha presentado una demanda contra el ISSSTESON por incumplimiento del contrato de servicios suscrito con la UNISON? ¿Cuándo entenderemos que la razón está de nuestro lado y que debemos integrar la acción legal a la movilización política? ¿Qué ha faltado para que desarrollemos acciones de presión hacia la UNISON para que enfrente el abusivo trato del ISSSTESON por las vías legales y otras de carácter público? ¿Por qué se tiene que pagar más sin antes haber recuperado el dinero robado del fondo de pensiones y mejorado sustancialmente los servicios a que tenemos derecho? ¿Por qué no establecer, en todo caso, un convenio modificatorio donde se aplique la tasa de descuentos que establece el contrato vigente al total de las percepciones de los trabajadores universitarios derivadas de su actividad laboral? ¿Por qué aceptar vacunamente que se nos condicione de manera unilateral el acceso a la seguridad social? ¿No le parece que hay razones suficientes como para protestar enérgicamente y denunciar los abusos y malos manejos del Gobierno y el ISSSTESON, tanto como la desidia y complicidad comodona de la administración universitaria? Son tiempos de definiciones, de pintar rayas y de establecer rutas de acción. Seamos consecuentes y actuemos en defensa propia.

-----ooo-----

  

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Jubilado No. 86

El Jubilado No. 94

El Jubilado No. 91