El Jubilado No. 101


Información picuda y activa contra mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien que observa y se encabrona, en algún lugar de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
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Se lo decimos de plano: se necesita ser muy pendejo para sentirse culpable de “pagar de menos” y “estar fuera de la ley” por el truculento asunto del ISSSTESON y la famosa (e incomprendida) Ley 38 y su reforma desalmada. Noooo señores y señoras, damas y caballeros usuarios de los servicios (sic) del ISSSTESON, nosotros, los universitarios, estamos dentro de la ley y se paga conforme lo establecido. Le explicamos:

Las generaciones que ingresaron a trabajar en la UNISON antes de 2005 lo hicieron bajo los términos de la ley anterior a la reforma y, además, apegados a un contrato de prestación de servicios que, en concordancia con la ley establece las condiciones de acceso a los servicios, derechos y obligaciones de las partes contratantes. Es, en resumidas cuentas, la forma en que se interpretará y aplicará la ley 38 en el caso de la UNISON, por voluntad de las partes.

La ley 38 reformada establece nuevas condiciones entre las que destacan las referidas al tiempo de cotización (35 años para hombres y 33 años para mujeres) y al monto de cotización, quedando claro que esta reforma es puramente recaudatoria al aumentar desproporcionadamente las aportaciones y cuotas, para la institución y los trabajadores respectivamente. Como podrá usted notar, si los años de cotización aumentan de 30 a 35 años, en el caso de los hombres, y de 28 a 33 en el caso de las mujeres, es fácil deducir que los primeros jubilados conforme esta ley saldrán hasta el año 2038 o 2040, porque así lo establece la reforma y porque los trabajadores ya activos antes de ese año están sujetos a las condiciones de antes de la citada reforma.

Si así están las cosas, entonces ¿qué jodidos reclama el ISSSTESON? ¿Por qué presiona para que la UNISON acepte la aplicación retroactiva de la ley, violando la constitución federal en su artículo 14? ¿Por qué presiona para que se modifiquen los términos de la relación UNISON-ISSSTESON si no para joder el derecho de los universitarios a la seguridad social y mercantilizar los servicios a que tenemos derecho según la ley y el propio contrato de servicios vigente?

Aceptar semejante barbaridad no sólo ilegal sino laboral y humanamente improcedente es bajarse los calzones sin mediar razón válida desde el punto de vista médico, sanitario o, simplemente, sentimental. ¿Por qué se los bajará el rector?

Resumimos: la UNISON no debe pagar más ni por concepto de propina. Está en la legalidad y quienes no lo están son los de la Junta Directiva de ISSSTESON, el tristemente célebre empleado que dirige el Instituto y el propio gobierno del Estado.

NO podemos ni debemos permitir que se abran huecos en nuestro derecho y por eso nunca estuvimos de acuerdo en pagar más, sea mediante el tan traído y llevado plebiscito, sea mediante “negociaciones” que al final nos lleven a lo mismo que quiere y exige el Gobierno-Isssteson. Insistimos: NO debemos pagar más en tanto no se replanteen y concreten las condiciones que favorezcan a los trabajadores.

La reciente minuta firmada por el rector de la UNISON, el director del ISSSTESON y el Secretario de Gobierno no vale ni para limpiarse con ella porque no toma en cuenta a los trabajadores, porque violenta la ley y el contrato vigente, porque es una farsa mafiosa perpetrada a espaldas y contra los trabajadores.

(Aquí entre nos, resulta verdaderamente escandaloso que, habiendo en la UNISON profesionales del derecho dedicados a la formación de futuros abogados, hasta el momento no haya habido un pronunciamiento fundado en la legalidad y motivado en la realidad histórica y social de las luchas de los trabajadores por la seguridad social. Han preferido callar en una complicidad solamente explicable por razones de falta de conciencia cívica y compromiso moral y político con la clase trabajadora. ¿No les mueve que se pisotee la legalidad? ¿Son cobardes, ignorantes o de plano desclasados?)

Por lo anterior, seguimos diciendo NO a la firma del convenio en tanto las condiciones no favorezcan a los trabajadores. Pensamos, asimismo, que la universidad debe reportar la totalidad de los ingresos de los trabajadores y sostener el porcentaje de cotización establecido en el actual contrato. En este caso, deberá la administración gestionar los recursos financieros necesarios para cubrir los pagos requeridos y compensar los cargos sobre el sueldo de los trabajadores, lo cual supone un incremento al subsidio y una nivelación salarial.

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