El Jubilado No. 103
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien que observa con curiosidad
la actividad de los invertebrados, en algún lugar de la aún Delegación de
Pensionados y Jubilados del STAUS.
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En condiciones normales, una amenaza
real o potencial hace que se desplieguen mecanismos de defensa y protección de
distinta magnitud e intensidad. No es lo mismo que alguien nos amenace con un
garrote que lo haga con una mentada de madre, un gesto adusto o una sonrisa
siniestra e indescifrable. Reaccionamos distinto porque la posible agresión física
no se mide en la misma forma que la emocional. Ambas nos pueden impresionar,
pero una sí la podemos tomar en serio y temer por nuestra integridad mientras
que la otra puede desencadenar tanto una mentada de madre como un bostezo.
Por lo pronto, en la UNISON se tiene
el problema de una relación inarmónica con el ISSSTESON, por razones imputables
al propio gobierno y a su desmedida hambre de recursos que dilapidar en
campañas políticas y jolgorios personales y familiares. Como se sabe, la caja
chica del gobierno en turno de repente rebasa los límites de la rapiña y se
hace evidente el daño patrimonial largamente cultivado y el desfondo
pensionario que alguien deberá pagar en los tiempos y en la lógica del sistema:
entra un gobierno que revisa cómo andan las cuentas y busca a quién cargarle
los platos rotos, sin necesariamente tocar a sus antecesores con quienes lleva
relaciones de total cordialidad por complicidades y coincidencias en lo
ideológico y operativo que se fortalecen con lazos familiares llenos de glamour
y boato.
La solución a la mano es la de
ajustar a los trabajadores. Hacerlos pagar cuotas más altas mediante amenazas y
presiones de diversa índole, calando hondo en la mentalidad de la víctima,
nulificando resistencias y escrúpulos, dinamitando la autoestima, el decoro, la
dignidad y las expectativas de cambio y progreso. De nada vale que haya ganado
AMLO si aquí y ahora el único chicharrón que truena es el del prianismo organizado
y sus comparsas que arrean hacia la ignominia a los afectados en plan de tullidos
emocionales: ¿Para qué luchar si de todos modos nos van a vencer? ¿De qué sirve
oponerse si podemos perder hasta la pensión? Queda claro que el pueblo
mentalmente domesticado puede hacer la fortuna de un gobierno abusivo y gandalla.
¿A qué dictador no le gustaría tener esclavos que lamieran sus propias cadenas,
o que buscaran la mejor forma de ponerlas en sus brazos y piernas?
Resulta inevitable dejar de mencionar el ejemplo de dignidad que nos da
la CNTE. Su lucha ha sido cuesta arriba, en medio de
una y mil carencias y vicisitudes, pero en ellos la congruencia y la dignidad se
han hecho costumbre y seguramente vencerán. No se puede mirar de frente sin mantener la posición erguida, y muchas
organizaciones, por desgracia, hace tiempo que caminan de rodillas sin apenas
tener conciencia de que lo hacen.
Mientras no se cumpla, al menos, con las
condiciones anteriores, será inadmisible cualquier cambio en el citado contrato
con ISSSTESON por significar claramente un golpe a la economía familiar y un
peligro para la salud y seguridad de los trabajadores. En consecuencia, seguimos diciendo NO a la firma del convenio
modificatorio. Reclamamos el respeto a la ley, al CCT y a la NO RETROACTIVIDAD
en la aplicación de las normas jurídicas. ¿Es
utópico? Sí, y qué. Los
trabajadores unidos jamás serán vencidos.
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