Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien que observa, se entera y
sonríe, en algún lugar de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del
STAUS.
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No hay duda de que existe el bien en
la Tierra. Ya merito se nos llega la hora de disfrutar de merecidísimas
vacaciones tras afanosas jornadas en pro de la justicia, la transparencia y la
honestidad más valiente que nunca. Veamos.
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| ¿Fuera? |
Tras enconada batalla
contra las fuerzas del mal representadas por el terrible y espantable director
del ISSSTESON (aclaramos que no estamos haciendo campaña con aviesos fines electorales
presentes o futuros, o incluso pasados) nos hicimos de un logro extraordinario
donde pagar más por más tiempo es irrelevante, considerando la emocionante
situación de haber hecho posible la aplicación retroactiva de la ley 38
debidamente modificada en aquel año 2005. Tenemos ahora garantizada, vía pago
gradual de nuestra prima (querida como una hermana) de antigüedad, más pequeños
conceptos que a estas alturas y en el futuro inmediato serán irrelevantes ante
la dimensión de la hazaña consumada, el aumento de la pensión en caso de feliz
jubilación, tres años después. Los detalles, precisiones, tratamiento de casos
y cumplimiento de promesas quedan pendientes, como todo acuerdo con el gobierno
digno de consideración.
Recuerde que ya antes habíamos
logrado el nada despreciable aumento del 3.35 por ciento en nuestros salarios
universitarios así como sólidas promesas en el asunto de las modificaciones
unilaterales del EPA, situación que nos coloca en la vanguardia sindical y
ejemplo para un número indeterminado de generaciones que acostumbran a vivir de
su trabajo, aunque a veces del producto de este. ¿Y qué decir del dineral
dedicado al material didáctico, en oposición al trivial beneficio de la
despensa, que alcanzaría a activos y jubilados? Como se ve, todo bien y mejor.
No tenemos duda de
que la democracia sindical se fortalece y que en nuestra organización ni hay lugar
ni se dan las perniciosas prácticas de charros tales como los acarreos, las
llamadas telefónicas de manita de cochi a favor de apoyos o rechazos, o la
grosera intervención de miembros del Comité Ejecutivo haciendo trabajo para que
tal o cual opción en las delegaciones sea la ganadora. Prácticas viciadas en
ridícula imitación del PRI en sus tiempos de aplanadora política y mecanismo de
coacción y distorsión de la voluntad ciudadana. En nuestro aquí y ahora sindical
nadie podría creer que alguien con cartera (no de huevos) en la dirigencia
pudiera darse a esas tareas indignas porque actúan con ética; sí, mucha ética.
Por eso estamos de fiesta y lo celebramos.
Así, pues, entendemos el arrebato de cierto personaje de nuestra infalible
dirigencia cuando lo celebró ostensiblemente el día del recuento de votos y calificación
de los resultados electorales pendientes. Las fronteras del ridículo pueden
flexibilizarse cuando la ocasión lo amerita. Sin duda ya estamos en la ola de
cambios de la 4ª. T. ¿Usted no lo cree? ¡Uta, cuánta desconfianza!
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