El Jubilado No. 109
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien que observa, analiza,
registra, se va de vacaciones y regresa, en algún lugar de la aún Delegación de
Pensionados y Jubilados del STAUS.
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Sí… sabemos que las vacaciones no son
eternas y que pasan cuando apenas nos encontrábamos dispuestos a disfrutarlas. De
repente, nos encontramos como papa sin Cátsup, en una soledad que, siendo
deseable, a veces no es congruente porque las gentes están pero no están; por
ahí andan pero en tal estado de relajación que no tiene caso el contacto aunque
queda claro que el estrés es de quien lo trabaja. El cuerpo se resiste pero el
cerebro nos dice que es hora de guardar la adrenalina para otro momento porque
gozamos de la reconfortante sensación de vivir en medio de una bola de canallas
acomodaticios y culeros. Por fortuna, el ansiado momento del fin de las
vacaciones llega por razones de aguante y calendario y podemos declarar a voz
en cuello: ¡regresamos, cabrones!
Ahora, como usted debe saberlo, la
bronca está en ver aumentar progresivamente los costos de la seguridad social del
personal y esperar que sea atendida una respetuosa solicitud al rector, según
oficio de fecha 27 de junio, consistente, entre otras cosas, en que se hagan
las gestiones necesarias “para que se otorgue un aumento salarial adicional del
2% a los académicos, con el propósito de contrarrestar el efecto que conlleva
el aumento de cuotas de los trabajadores al ISSSTESON” o, dicho de otra manera,
la disminución en términos reales de su salario, lo que nos da un
ejemplo claro de que primero firmas y después viriguas.
Sin embargo, lo “logrado” corresponde
claramente al criterio neoliberal de los costos pensionarios, donde la
salida mágica y obligada en la lógica del sistema es aumentar tanto el tiempo
de cotización como las cantidades que paga del trabajador. En efecto, tenemos
un logro del sistema y, por tanto, cualquier otra solución será inmediatamente desacreditada
por aventurada, sin ética y pecaminosa. Después de tanto sudor, saliva y power
point ¿para qué moverle?
En resumen, entenderemos por logro
todo aquello que, en los términos del sistema, tienda a proporcionar una cierta
sensación de éxito e independencia sindical al trabajador que, sin embargo,
pagará más y sin poder rebasar, en términos reales, el tope salarial ni mejorar
en los hechos los beneficios declarados en la Cláusula 141 del CCT. Cabe
reconocer que la vida es aburrida cuando no existe la posibilidad de que
alguien insista en imponer su criterio a los demás, aunque, por definición, en
forma ética, democrática y combativa.
Pero (siempre habrá un pero) cabe recordar
que un sistema de relaciones se agota cuando se tiene la sospecha de que la
democracia es dirigida por un pequeño grupo seguido de una mayoría anodina y
clientelar, por lo que, en cualquier caso, los resultados son espurios aunque formalmente
muchos apoyen las propuestas. Sí, claro, “la mayoría manda” … Pero, ¿a dónde?
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