El Jubilado No.128
Información picuda y activa contra
mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien en algún lugar en
cuarentena de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
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No, amigo lector, no estábamos
muertos sino que andábamos de pre-cuarentena dinámica. Nos estuvimos preparando
para hacer frente a la eventual tosida o estornudo de cualquier bestia peluda acostumbrada
a interrumpir el flujo normal de una humanidad dispuesta a respetar a los demás
y a vivir y dejar vivir conforme a las más elementales normas de convivencia.
Flota en el aire sindical el reclamo
justo y valiente de los jubilados y pensionados de la Sección 54 del SNTE,
agobiados y dinamizados finalmente por una dirigencia probadamente charra,
lameculista y cómplice del gobierno. Sin duda su lucha por una pensión digna
inspira, o debiera hacerlo, a muchos. Nosotros los jubilados y pensionados del
STAUS vemos con interés solidario este esfuerzo de dignidad, legalidad y
justicia.
La poca madre del gobierno y la
directiva del ISSSTESON nos llevan a pensar que los males en grado de epidemia
que azota (y ha azotado) a los derechohabientes del ISSSTESON se llama corrupción,
ineptitud, complicidad y ganas de joder. Para todos queda claro que el actual
gobierno sólo ha servido para patear el bote de la crisis generada por ellos
mismos y victimizar a los usuarios de los servicios sociales y de salud que
debiera proporcionar puntual y eficientemente, habida cuenta que los
trabajadores ya los han pagado y los siguen pagando.
Resulta verdaderamente el colmo que
se regateen servicios y recursos que legal y humanamente pertenecen a los
trabajadores afiliados, reduciendo los cuadros básicos, la atención médica y la
provisión de prótesis cuando clínicamente son recomendables. En ese sentido, es
importante revisar cuánto nos han quitado y qué otros aspectos debemos reclamar
para evitar caer en manos de la medicina privada por la puerta de la
restricción de los servicios públicos y la oferta envenenada del seguro de
gastos médicos mayores.
Al respecto, ¿por qué pagar gastos
médicos mayores siendo como lo es que pagamos por servicios de salud durante
toda nuestra vida laboral? ¿No le suena raro? Rompamos la lógica mercantil y
situémonos en la dimensión social y política de la seguridad social como un
derecho fundamental de los trabajadores, presentes, pasados y futuros. ¡Basta
de engaños y corruptelas privatizantes!
Lo hemos señalado hasta la saciedad y
lo seguiremos haciendo: la culpa no es del conjunto de los organismos afiliados
ni el sistema de pensiones público, de reparto solidario y distributivo, sino
de los administradores deshonestos y gandallas que parasitan nuestros ahorros. ¿Qué
se exige? Simplemente legalidad y justicia.
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