El Jubilado No. 135
Información picuda y activa contra mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien con cubrebocas tricapa termoplanchado y con cajas de medicamentos, en algún lugar de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
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Bueno, algunos celebran
que la maquinaria legal del sindicato, es decir, el despacho que pagan cada mes
para hacer alguna cosa, haya tramitado un amparo para que el ISSSTESON cumpla
alguna de las funciones para las que fue creado.
Da gusto leer u oír que alguien manifiesta lo suertudo que es al recibir, por esta ocasión, la dotación de medicamentos de los que depende su salud. Felicidades a quienes la balanza de la ley favoreció con un abono de vida con cargo a la cuenta del Instituto (que recibe cada mes con puntualidad las cuotas y aportaciones de trabajadores e instituciones afiliadas), y que se complace en ver sus reservas de medicamentos en niveles donde la insuficiencia es la norma y los pretextos y engaños el pan nuestro de cada día.
Desde luego que apoyamos los esfuerzos y gestiones de nuestros compañeros, pero no dejamos de insistir en que en el contrato con ISSSTESON, renovado gracias al trabajo persuasivo de las dirigencias sindicales, el único beneficiado ha sido el Instituto, al recibir mayores cantidades de dinero fresco cada mes, y candidato a ser utilizado en alguna campaña no necesariamente de salud.
Por lo anterior, nos sigue extrañando que ninguna dirigencia sindical haya puesto a parir cuates a la UNISON por omisa en su obligación legal de proveer lo necesario para la seguridad social de sus trabajadores, y no haber promovido una demanda contra ISSSTESON por flagrante incumplimiento de sus obligaciones pactadas en el convenio de prestación de servicios vigente.
Los dirigentes mandan saluditos y se cartean con la administración, mientras que los jubilados y pensionados raspan su bicicleta de la casa al Centro Integral de Atención o a la farmacia en busca de medicinas y reciben normalmente el clásico “no hay”, hasta que les gana la desesperación y son los propios afectados los que promueven recursos legales para que a empujones el Instituto cumpla.
Así las cosas, ¿para qué sirve el actual sindicalismo? Pues para negociar el incumplimiento de las cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo en condiciones que no afecten a la administración y permitan al sindicato seguir fingiendo actividad, siempre y cuando no se toque el problema de la marginación y ninguneo institucional que padecen los trabajadores retirados, que no existen a pesar de ser los cimientos de la organización sindical.
El logro de que se surtieran las recetas lo debemos sumar al de haber logrado el 3.4% de aumento salarial, victoria tan pírrica como la anterior, habida cuenta que se dejan de lado los derechos laborales y sociales que las propias leyes conceden a los trabajadores, activos o en retiro. Mientras tanto, el ISSSTESON sigue siendo la caja chica (o no tanto) de las administraciones estatales del Prian y los marginados son justamente la población objetivo de la política social.
¿Le suena normal que se tengan que promover demandas y amparos para que se pueda recibir el servicio por el que se ha pagado por décadas y que está pactado en un contrato?
¿Es normal que no haya habido ni una demanda por incumplimiento de contrato contra el ISSSTESON, y que ningún sindicato haya reclamado este recurso?
Algo está mal y usted y yo lo sabemos. Tenemos que poner orden, por razones de legítima defensa. Por otra parte, casi a nadie le queda el sombrero de charro en la fiesta de la 4T. ¿Y a usted?
oooOOOooo
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