El Jubilado No. 152
Información picuda y activa contra mentalidades chatas y pasivas, publicada por alguien que recuerda, duda y cuestiona, en algún lugar de la aún Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS.
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No hay duda que la generosidad es enemiga de la discriminación y por eso algún jubilado llamó a apoyar a los “compañeros activos” que en esta revisión salarial pugnaban (sic) por mejores condiciones de vida. Claro que las que gozan los jubilados y pensionados son cosa aparte, tan aparte que los compañeros activos no tienen ni siquiera que verlas como escenario futuro de sus demandas.
Tras las bonitas y llamativas poses de heroísmo clonado por Walt Disney, las huestes sindicales se reunieron en solemne asamblea (una especie de club íntimo para activos) y tras intensas deliberaciones en tono indignado que, seguramente, hicieron temblar a la administración, se dispusieron para votar… por el no a la huelga.
Bueno, después de todo se vale calificar de “insuficientes” e “inaceptables” las ofertas medidas en migajas en comparación con las jugosas prebendas y envidiables finiquitos de la alta burocracia, para después aceptarlas por “consenso”.
Las boronas más abundantemente regadas por el piso sindical fueron para los sufridos profesores de horas sueltas, sin que se viera alguna simpatía por los jubiulados y pensionados.
Fíjense en los datos y los dichos:
La votación del STAUS fue de 767 votos en contra de la huelga y 642 a favor, con una participación del 81% del padrón de trabajadores activos.
Y Juan Díaz Hilton declaró:
“Es una decisión sólida y rotunda, que igualmente muestra un muy buen número de votantes a favor de la huelga, y en este sentido declaramos que se acepta el ofrecimiento por consenso, pero queda clara la inconformidad ante la insuficiencia en los ofrecimientos recibidos. Todavía queda trabajo pendiente en materia laboral para seguir avanzando en las próximas revisiones en los diversos espacios bilaterales” (Expreso, 30.04.2022).
Por parte del STEUS la votación fue de mil 131 en contra y 291 a favor de la huelga con 32 votos nulos.
Al respecto, la secretaria general, Rosa Elvira Silva Manzo dijo:
“Vimos el esfuerzo que hicieron las autoridades y el Gobierno del Estado
para poder sacar adelante esta revisión. Y creo y reconozco la disposición que
tuvieron para que saliéramos bien, sus puertas nunca estuvieron cerradas, tan
es así que es la primera vez que recibimos la presencia de un secretario de
Hacienda. Eso quiere decir que el gobernador tenía un interés para que esto se
resolviera favorablemente” (Misma fuente).
En otras palabras, el STAUS dijo (sólida y rotundamente) “ni modo” mientras que el STEUS dijo “gracias, patroncito” (todo esto con fondo de música para circo y risas indiscretas).
La administración universitaria “reconoció” la aportación del Gobierno del estado por 4.5 millones de devaluados pesos, mientras que el gobernador agradeció la capacidad que tienen los trabajadores de acomodarse al tamaño del “no” institucional, en beneficio de la juventud estudiosa.
Los gritos y sombrerazos terminaron como suelen terminar los períodos de
prehuelga, donde hay discursos, reclamos, amenazas, poses de opereta,
exhumación de las hachas de guerra y fumarolas de la pólvora escenográfica que
tanto complace a los liderazgos democráticos, progresistas y combativos del
sindicalismo de ala ancha.
Pero que quede claro: “Todavía queda trabajo pendiente en materia laboral para seguir avanzando en las próximas revisiones en los diversos espacios bilaterales”, según apuntó el secretario general del Staus, Juan Díaz Hilton.
A lo que nosotros respondemos: “sí, como en todas las anteriores
escaramuzas mediáticas que ilustran la versión sindical de El Parto de los
Montes (Esopo, siglo VI AC).”
Bueno, pero en el desfile del 1 de mayo, se demuestra, una vez más, la fuerza de la organización y la firme decisión de defender combativamente nuestros derechos y hacer valer nuestras demandas: ¡Hasta el desfile siempre, compañeros!
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